El Banco de España advierte del riesgo sistémico de las criptodivisas si el mercado sigue creciendo
El Banco de España alerta: una exposición de la banca a los criptoactivos «incrementaría sus riesgos»
Economía se suma al Banco de España y a la CNMV y alerta sobre la desregulación de las criptomonedas
Banco de España recuerda que las monedas virtuales no están reguladas y advierte sobre sus riesgos
El Banco de España ha señalado que los criptodivisas no suponen por ahora un riesgo sistémico, a pesar de los peligros que conllevaban para los inversores individuales. Sin embargo, ha advertido de que pueden llegar a desestabilizar el sistema financiero si el mercado de criptoactivos sigue creciendo o se alcanzan un número de interconexiones crítico.
“El valor del mercado global de los criptoactivos es todavía limitado, pero su crecimiento desde finales de 2020 ha sido exponencial, y los criptoactivos sin respaldo concentran la mayor parte de la negociación, lo que señala un riesgo creciente para la estabilidad financiera”, advierte el regulador español en un capítulo del Informe de Estabilidad Financiera.
Los principales criptoactivos han multiplicado por 13,4 su valor de mercado desde el inicio de 2020 hasta su máximo en noviembre de 2021, y por 7,8 hasta los últimos datos de febrero de 2022, lo que “apunta a la importancia sistémica creciente”.
El Banco de España también pone el foco en la correlación que se observa entre los diferentes criptoactivos, lo que sugiere que una corrección en el valor de uno de ellos podría propagarse al resto en un escenario de escasa diferenciación por buena parte del mercado.
Además, criptoactivos sin respaldo de activos financieros tradicionales, como bitcoin o ethereum, concentran más del 80% del valor de mercado de los principales criptoactivos a principios de 2022, aunque reconoce que el peso de las stablecoins en estas últimas fechas es superior al de periodos previos.
Mayor capitalización
El conjunto del mercado de criptoactivos alcanzó su mayor capitalización en 2021 (2,8 billones de dólares norteamericanos, aproximadamente un 1% de los activos financieros globales), lo que representa un crecimiento a un orden de magnitud superior con respecto a una fecha tan reciente como finales de 2018, cuando solo alcanzaba una proporción global del 0,02%.
El regulador también pone el foco en el aumento y la volatilidad del valor global de mercado de los criptoactivos, que “se explica fundamentalmente por las cotizaciones de los instrumentos sin respaldo, lo que evidencia la relevancia y la mayor escala del riesgo de mercado», superior a la de los mercados de renta variable, con los que muestran una mayor correlación desde 2020, lo que podría contribuir potencialmente al riesgo de mercado más allá del universo ‘cripto’.
Sin regulación en España
En el Informe de Estabilidad Financiera, el Banco de España también recuerda que las actividades sobre criptoactivos en nuestro país no están reguladas actualmente, excepto por ciertos requisitos de publicidad fijados por la CNMV, por lo que no están sujetas a reserva de actividad.
En particular, el Banco de España carece de competencias regulatorias, o sobre la autorización o supervisión de los proveedores de servicios relacionados con las criptodivisas, aunque sí realiza un seguimiento de la evolución de este mercado por su responsabilidad sobre la estabilidad financiera.
La Unión Europea (UE) ha avanzado en el desarrollo de una respuesta integral al reto de regular los criptoactivos a través de en un marco regulatorio de nuevo cuño, con el desarrollo del reglamento sobre el mercado de criptoactivos (MiCA), actualmente en proceso de aprobación.
A pesar de ello, el organismo español considera «urgente, dada la dimensión global de estas actividades, el desarrollo de iniciativas a nivel internacional», y, en particular, europeo, que permitan establecer reglas homogéneas, evitando el arbitraje regulatorio entre jurisdicciones, así como corregir las deficiencias en la información disponible sobre este mercado, que «son relevantes y deben subsanarse con rapidez».
De esta forma, considera, “se podrá aportar seguridad jurídica en la operativa con criptoactivos, y será posible una adecuada regulación prudencial y supervisión”, que permitiría que se aprovechen de forma beneficiosa las posibilidades tecnológicas asociadas a estos instrumentos, al tiempo que se evitaría la acumulación excesiva de riesgos.